Inauguramos nuestro blog con unos consejos bastante eficientes para conservar nuestras flores frescas el máximo tiempo posible.
Recibimos un ramo o un centro de flores y, aunque sabemos que son efímeras y que en unos días se marchitarán, eso nos da mucha pena y queremos conservarlas frescas el mayor tiempo posible. Bien, pues si sigues estos sencillos consejos, ¡tus flores, tu casa y tú lo agradeceréis!
- Ubica siempre tus flores frescas en un lugar de tu casa lo más fresco y lo más oscuro posible (la luz y el calor aceleran el proceso de maduración de la flor).
- Evita las corrientes de aire.
- Aléjalas de frutos climatéricos (plátanos, manzanas, tomates, melón entre otros), estos desprenden etileno. El etileno es un regulador del crecimiento que induce a la maduración del fruto y acelera la senescencia (envejecimiento) de las flores. ¡Malas migas hacen estos frutos con las flores!
CENTROS
Si las flores están presentadas en una base, pinchadas en esponja floral, deberás añadir a esa esponja diariamente agua limpia. También puedes incorporar un poco de conservante floral, rico en nutrientes y agentes bactericidas y fungicidas. Si no dispones de dicho conservante, agua limpia y fresca será suficiente. Lo más importante es que la esponja no se quede seca y que las flores puedan absorber agua a diario.
En LAS FLORES DE LUCÍA hacemos un corte en la esponja, en una esquina y dejamos un pequeño hueco a modo de depósito de agua, que hay que llenar a diario.
RAMOS
Si recibes un ramo para poner en jarrón, debes asegurarte de que los tallos que entren en contacto con el agua estén totalmente limpios, sin restos de hojas que favorecerían la suciedad y proliferación de bacterias y hongos, restando durabilidad y produciendo, mal olor etc.
Antes de introducir las flores en agua, se aconseja dar un corte en bisel a todos los tallos. Este corte ayuda a que los vasos de circulación internos del tallo no se “cicatricen” y así el agua fluya convenientemente hacia la flor. Asegúrate de que todos los tallos llegan al agua.
Cambiar el agua del jarrón a diario, añadiendo conservante floral si es posible o azúcar en su defecto, dando un corte en bisel a los tallos para sanearlos, preferentemente con un cuchillo bien afilado.
También es importante limpiar bien el jarrón para eliminar restos de bacterias, hongos etc. Unas gotas de lejía lo dejarán perfectamente higienizado.
Si alguna flor dobla el tallo, “agacha” la cabeza antes de lo normal, córtale un tramo bien generoso de tallo (entre 10 y 20 cm) y ponla en un recipiente con agua. En unas horas volverá a estar hidratada.
Espero que con estos consejos tus flores duren más tiempo frescas y turgentes y disfrutes de su belleza lo máximo posible.
Si tienes alguna duda, puedes contactar con nosotros, estaremos encantados de aconsejarte personalmente.
Me encanta la web, es preciosa!
Muchas gracias Lucía!!!